Juan Luis Martín Vivaldi (Granada 1918-Madrid 1974), licenciado en Química por la Universidad de Granada en 1940, se doctoró en la Complutense en 1949, bajo la dirección del Prof. Enrique Gutiérrez Ríos. Entre 1950 y 1951 realizó una larga estancia en Maryland (USA), trabajando con el Dr. S.B. Hendricks, uno de los pioneros en físico- química de arcillas. A su vuelta ingresa en el CSIC como Colaborador Científico, en las primeras oposiciones que se celebran para esta posición. En 1955 fue nombrado Investigador Científico, desarrollando su investigación en la Estación Experimental del Zaidín de Granada, de donde fue Jefe de la Sección de Físico-química y Mineralogía de Arcillas, y posteriormente Vice-Director. En 1962 obtiene la Cátedra de Cristalografía y
Mineralogía de la Universidad de Granada y en 1968 ocupa la Catedra de la Universidad Complutense mediante concurso de traslado. Ese mismo año es nombrado Jefe de la Sección de Mineralogía del Instituto Lucas Mallada y Jefe de la Sección de Mineralogía y Tecnología de Arcillas del Departamento de Geología Económica, ambas del CSIC, donde era Prof. de Investigación y Consejero adjunto.
También fue nombrado Jefe de la Sección de Mineralogía del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. En los últimos años ocupó numerosos cargos científicos a nivel internacional.
Fue uno de los iniciadores y quizás el más fiel continuador de los estudios de arcilla en España. Por ello revitaliza el Grupo Español de Minerales de la Arcilla (GEMA), creado en 1959, y en Madrid en 1969 lo convierte en la Sociedad Española de Arcillas de la que es elegido su primer Presidente. En 1972 es Secretario General de la International Clay Conference, que se celebra en Madrid.
Su labor investigadora se plasmó en más de un centenar de publicaciones que abarcan desde físico-química y reología de arcillas hasta mineralogía, geología, yacimientos y síntesis de arcillas. Entre sus trabajos, siguen siendo referentes internacionales muchos de los que publico sobre bentonitas, caolines, sepiolita y palygosrkita, DRX o Análisis Térmico. A pesar de lo prematuro de su muerte dejó una Escuela con un casi cincuenta investigadores, que continuaron su forma de hacer para lograr una “investigación de excelencia”. Su metodología de trabajo, meticulosa, sin prisas y con autocrítica constante, impactaron en sus seguidores. Por otra parte, su fuerte personalidad le hicieron inolvidable para los que le conocieron. Finalmente merece citarse, que por su formación en USA, desde sus comienzos publicó numerosos trabajos en inglés, cuando en España era bastante raro, e influyó en sus discípulos para que así también fuera lo que hoy parce “natural”.